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martes, 11 de febrero de 2014

Arbol de los amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos
hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a
nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.

También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro
corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras
vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad.

CREDO DEL AMIGO

Creo en el desinterés del sentimiento de la Amistad.
Creo que éste caracteriza mi forma de vida.
Creo que es un deber el tener amigos.
Creo que para tener amigos, debo ser yo, primero, amigo.
Creo que no es posible ser amigo de todos.
Creo que puedo tener hacia todos actitudes amistosas.
Creo que la amistad tiene grados.
Creo que mis amigos se aproximan cuando yo me acerco a ellos.
Creo que la Amistad puede pacificar la naciones.
Creo que entre amigos no se admite la complicidad ni el pandillismo.
Creo que "amigo" no es necesariamente el que da dinero.
Creo que mis amigos necesitan mi presencia, y yo la de ellos.
Creo que se puede vivir teniendo un amigo por toda riqueza.
Creo que yo solo no puedo cambiar el mundo.
Creo que con mis amigos puedo alegrar y embellecer la vida.
Creo en la virtud, en la alegría, en la pureza, en la paz y
Creo en ti, Amigo o Amiga mía...

CARTA DE UN AMIGO

¿Cómo estás?, te escribo esta carta porque quiero decirte que te amo, y me gustaría tener una relación más cercana contigo. De más está que te pregunte como estás, porque estoy pendiente de ti cada minuto, y hasta ese último pensamiento que tantas veces te desvela, lo conozco.
Te noto a veces tan distante de mí, que he sentido miedo de perderte para siempre. Ayer te vi muy triste y quise arrancar de ti esa angustia, lo grité a los cuatro vientos pero no me buscaste. Te vi ayer hablando c
on tus amigos, te vi comer fuera de hora, y recorrí contigo la calle de tu casa, quise mirar con tus ojos eso que guardas y que te provoca tanta nostalgia, y quise que tú me escucharas pero no lo hiciste, y así esperé todo el día.
Al llegar la noche te di una hermosa puesta de sol para cerrar tu día, y una suave brisa para tu descanso. Después de un día tan agitado, esperé, pero nunca viniste. Te vi dormir anoche y quise tocar tu frente, envié rayos de luna que se reflejaron en tu casa para ver si te despertabas conmigo, pero seguías en tu sueño.
Quiero compartir contigo tantas cosas, pero no me dejas. En la mañana era tarde y te fuiste apresurado sin ni siquiera sospechar lo importante que eres para mí. Te amo y trato de decírtelo por medio del cielo azul, de la lluvia.... y mi voz se pierde como un eco detrás de tus pensamientos.
Te hablo al oído a través de las hojas de los árboles y el olor de las flores, te grito en los riachuelos de la montaña, doy a los pajaritos canto de amor solo para ti. Te visto con el calor del sol y te perfumo el aire con el aroma de la naturaleza. Me escucharás cuando hagas silencio en tu interior, te intento guiar moviendo en ti buenos deseos, déjate llevar por ellos. No estoy en el más allá... estoy en tus pensamientos! Regálale una mirada de amor a todo el que te rodea y me descubrirás a cada instante.
Hoy busqué alguien que me prestó sus manos y esta hoja de papel para escribirte, en lo adelante escribiré en tu corazón si me lo permites, solo dime Si... yo se que es duro vivir en este mundo, realmente lo se, pero si confías en mi, a partir de hoy tendrás nuevas fuerzas. Habla conmigo, desahoga tus angustias y ansiedades que yo siempre tengo tiempo para ti, cuéntamelo todo, llora si quieres, soplaré tus lágrimas para acariciar tu rostro.
Llámame a cualquier hora del día o de la noche, que yo nunca duermo, y siempre te responderé. Si puedes caminar y mirar con amor el universo, con humildad tu rostro en el espejo, con ternura aquel que te sonríe, con misericordia aquel que te pide compasión, y con perdón aquel que te hizo llorar... mi voz serán tus pensamientos!... Que no sea largo el camino que habré de recorrer tras de tí.

Tu amigo fiel, JESÚS.