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viernes, 27 de febrero de 2015

Qué es ser cristiano ?

Mateo 5, 20-26.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.

Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.

Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.

Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo".
Reflexión
El cristiano, como nos lo muestra este evangelio, es una persona con criterios mucho muy diferentes a los del mundo y va llevando un verdadero progreso en su conversión.

Y es que el cristiano no es solamente una persona buena, que no mata, que no roba, que cumple la Ley de Dios sino que es, ante todo, un hombre o una mujer que está en búsqueda de la santidad, de la perfección, para quien no cabe siquiera el insulto al hermano. Es alguien que encuentra en la reconciliación el verdadero camino hacia la paz y para quien la celebración del culto es más que otra cosa, un encuentro profundo con Dios y con los hermanos.

El tiempo de la cuaresma es un tiempo especial de gracia en el que Dios derrama de una manera particular su amor en nuestros corazones. ¿Por qué no empezar en este período a reconciliarnos entre nosotros, con un profundo deseo de construir la armonía en nuestros trabajos, escuelas y, sobre todo, en nuestras familias?

jueves, 26 de febrero de 2015

Si no te averguenzas de Dios ...

Mateo 7, 7-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre.

¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuanto mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan.

Traten a los demás como ustedes quieren que ellos los traten. En esto se resumen la ley y los profetas".
Reflexión
Lo mínimo que se nos puede exigir es, como nos lo dice hoy Jesús, tratar a los demás como nosotros quisiéramos que ellos nos trataran.

Es, sin embargo, triste que muchas veces ni siquiera hayamos llegado a este nivel de caridad y respeto para los hermanos, para la gente que nos rodea. Nos encontramos con frecuencia con faltas de respeto, con injusticias, incluso con agresiones que nosotros no seríamos capaces de tolerar en nuestras personas. La cuaresma, nos invita a reflexionar en nuestra vida diaria, en el trato y relación que tenemos con los que convivimos, para descubrir nuestras imperfecciones, sobre todo en la caridad, a fin de modificar nuestro comportamiento, y de esta manera poder llegar a ser buenos, misericordiosos y compasivos como nuestro Padre celestial.

Hazte consciente por este día de tu trato con los demás y busca en todo, tratarlos con generosidad, amor, cortesía, como seguramente te gustaría que ellos lo hicieran contigo y, si puedes, dales un poquito más, pues en esto te reconocerán como verdadero cristiano.

miércoles, 25 de febrero de 2015

La Carta de Dios

Tú que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de dones y talentos.
Cuenta tus dones y talentos. Entusiásmate con ellos. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que desde este momento puedes cambiar tu vida para bien. Si te lo propones y té llenas de
entusiasmo.
Y sobre todo, si te das cuenta de toda la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.

Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te lamentes
nunca. No te quejes, No te atormentes. No te deprimas.- ¿Cómo puedes temer si eres mi milagro? -. Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del Universo.

Eres ÚNICO. NADIE ES IGUAL  A TI.

Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante. Hasta el fin.
Simplemente porque eres libre.

En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto para que
aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas.

Te di el poder de pensar.
Te di el poder de imaginar.
Te di el poder de amar.
Te di el poder de crear.
Te di el poder de determinar.
Te di el poder de planear.
Te di el poder de elección.
Te di el poder de rezar.
Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu voluntad.
Qué has hecho de éstas tremendas fuerzas qué te di?. No importa. De hoy en más, olvida tu pasado, usando sabiamente este poder de elección.

Elige amar, en lugar de no amar.
Elige reír, en lugar de llorar.
Elige crear, en lugar de destruir.
Elige perseverar, en lugar de renunciar.
Elige alabar, en lugar de criticar.
Elige dar, en lugar de no hacerlo.
Elige actuar, en lugar de aplazar.
Elige crecer, en lugar de estancarte.
Elige, elige bendecir, en lugar de blasfemar.
Elige, Elige VIVIR...

- Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida.
- Crece cada día un poco más en el optimismo y en la derrota.
- Yo estoy a tu lado siempre. Llámame. Acuérdate de mí.
- Vivo en ti desde siempre.
Trata de volverte niño, simple inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y capacidad de conmoverte ante la maravilla de sentirte humano. para que puedas conocer mi amor, puedas sentir una lágrima, puedas comprender el dolor. No te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que
tú. aprendas a reír. y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente,contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tú lado.!!!

sábado, 21 de febrero de 2015

TE ATREVES A DEJAR EL CELULAR ?


Evangelio de HOY

Lucas 5, 27-32
En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su despacho de recaudador de impuestos y le dijo: "Sígueme". Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió.

Leví ofreció en su casa un gran banquete en honor de Jesús y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de publicanos y otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a los discípulos, diciéndoles: "¿Por qué comen y beben con publicanos y pecadores?" Jesús les respondió: "No son los sanos los que necesitan al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores para que se conviertan".

Reflexión
El gran problema de los fariseos era el sentirse buenos, creer que por tener como padre a Abraham y ser discípulos de Moisés ya habían alcanzado la perfección; que ellos eran los buenos de la historia y esto les daba el derecho de despreciar a los demás, sobre todo a los que, de acuerdo a la Ley de Moisés, eran pecadores, por lo tanto, rechazados de Dios.

Habían, por así decirlo, creado la “religión de los buenos” en la cual los “malos” debían ser excluidos. Jesús nos presenta otro tipo de religión. Una religión incluyente, en la que están llamados a participar buenos y malos. Y no para que los malos sigan su mal camino, sino para que busquen cambiar su vida y acercarse de una manera definitiva a Dios. Mateo fue una de esas personas que, no siendo un buen Israelita, siendo incluso un traidor a la patria, fue llamado por Jesús, y de este llamado surgió el gran evangelista, amigo y compañero de Jesús. Jesús nos invita a abrirle las puertas de la fe a los alejados, pues éstos son los que más necesitan del amor y del perdón de Dios.

Sé tú como Cristo, un mediador para que los alejados puedan descubrir el amor y la misericordia del Padre, que vino por los enfermos de este mundo, por los enfermos del corazón y del alma.

viernes, 20 de febrero de 2015

Palabra del Señor

Mateo 9, 14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?" Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán".
Reflexión
El ayuno siempre ha tenido el sentido de "privación" y de "renuncia". Veamos hoy el aspecto de la privación. Ayunar consiste, esencialmente, en privarnos del alimento (origen de la palabra), pero en general es referido a cualquier clase de privación. En este pasaje, Jesús busca redimensionar esta práctica religiosa. ¿Cuál es el sentido del ayuno?

Esencialmente: hacerle espacio a Dios en nuestra vida y en nuestro corazón. Por eso, mientras el novio (Jesús) estaba con ellos, no había necesidad de hacerle espacio; cuando Él no está más, es necesario hacerle espacio, para que las cosas de este mundo no terminen llenando el corazón. Dios quiere que el corazón del hombre sea sólo para Él, pero para ello es necesario vaciarlo de todo lo que se va llenando y que le quita espacio a Dios.

Desgraciadamente, en la Iglesia, le hemos dado al ayuno el sentido que tenía para los discípulos de Juan y los fariseos: simplemente una práctica religiosa. En esta Cuaresma, busquemos ayunar de las cosas que le quitan espacio a Dios en nuestra vida para que, al llegar a la Pascua, estemos totalmente llenos de Dios.

jueves, 19 de febrero de 2015

Señor Mio y Dios Mio


Palabra del Señor

Lucas 9, 22-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Es necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y que sea entregado a la muerte y que resucite al tercer día".

Luego, dirigiéndose a la multitud, les dijo: “Si alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me siga.

Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?".
Reflexión
La Cuaresma es un tiempo ideal para trabajar en nuestro camino de perfección. Sin embargo, una de las primeras preguntas que nos debemos hacer es: ¿Qué tan decidido estoy a seguir a Jesús?

Hoy escuchamos cuáles son las condiciones para seguir a Jesús, y nos damos cuenta de que no son fáciles: “Negarse a sí mismo", es decir, renunciar a nuestros gustos, deseos y aficiones, para acomodarnos a los de Jesús y su evangelio; y “tomar la cruz de cada día", lo cual implica hacer con amor todo lo que se nos presente a lo largo de la jornada: Lo bueno y lo que no nos agrada. El problema de nuestro cristianismo hoy es que queremos las ventajas de ser cristiano sin asumir las responsabilidades que esto implica (actitud muy difundida hoy en nuestro mundo: Beneficios sin obligaciones).

La Cuaresma puede ser una buena oportunidad para iniciarnos en el ejercicio de la renuncia. Será muy difícil que logremos renunciar a nosotros mismos si no somos capaces de renunciar a un poco de comida, a una golosina, a un rato de televisión. Pensemos bien de qué manera utilizaremos nuestra Cuaresma para que la Pascua sea verdaderamente una “Pascua de Resurrección".

miércoles, 18 de febrero de 2015

Palabra del Señor

Mateo 6, 1-6. 16-18.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.

Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. En cambio, cuando tú des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.

Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará".


Reflexión
Al iniciar la cuaresma, la Iglesia nos presenta en este evangelio las tres prácticas que están a la base de la vida y la espiritualidad cristiana: el ayuno, la oración y la ayuda a los necesitados. Éstas, si verdaderamente queremos que nos sirvan para alcanzar, o al menos para crecer en la santidad, deben de tener la característica de "hacerse en secreto"; es decir, es algo entre Dios y yo.

El cristiano debe tener, de manera ordinaria, integrados estos ejercicios en su vida. Sin embargo, la cuaresma, como tiempo particular de gracia para profundizar en nuestra conversión, se nos propone como un espacio en nuestra vida para "reforzar" y consolidar nuestra espiritualidad. Por ello, si de ordinario oras quince minutos, la cuaresma será una oportunidad para aumentar tu oración a veinticinco ó treinta minutos; si de ordinario acostumbras ir a misa sólo los domingos, la cuaresma pudiera ser una buena oportunidad para ir al menos otro día adicional entre semana; si yo acostumbro convivir con mi familia una vez a la semana, pues podría ser la oportunidad para aumentar la frecuencia de dichas reuniones.

Utilicemos esta cuaresma para llegar a la Pascua con cambios concretos en nuestra vida, humana y espiritual, que sean signo del poder del resucitado en nosotros, motivo por el cual estaremos de fiesta.

lunes, 16 de febrero de 2015

Las excusas

Confiamos en las excusas para evitar los riesgos, para explicar el fracaso, para resistirnos a los cambios, para proteger nuestro amor propio.
La excusa es una forma de decir...No es mi culpa.
Es curioso, pero la inteligencia no es una defensa contra las excusas.
Si podemos salvar el primer obstáculo y despertar de nuestro letargo, podemos invertir la gravedad emocional. Podemos hacer que funcione a nuestro favor y no en contra.
Si nos obligamos, por muy deprimidos que estemos, a ir a una fiesta, es probable que en algún momento nos sorprendamos charlando animadamente y nos olvidemos de nuestra depresión.
La sociabilidad desplaza a la tristeza, la mente no puede contener las dos actitudes a la vez, por lo menos no con la misma intensidad.
Comprometernos, involucrarnos, obligarnos, son los mejores remedios para combatir la parálisis emocional, la naturaleza nos creó para ser criaturas curiosas, inquietas, creativas. El estado de inercia no es el normal.
Las excusas nos mantienen inertes, el truco para dejar de poner excusas consiste simplemente... en dejar de ponerlas. En establecer un límite, dicen que el infierno está empedrado de buenas intenciones...las excusas son las piedras que cubren el pavimento. 

jueves, 12 de febrero de 2015

Nuestro pacto de AMOR


Gracias Madre Mia

¿Me necesitas?  Estoy aquí contigo.
No puedes verme, sin embargo soy la luz que te permite ver
No puedes oírme, sin embargo hablo a través de tu voz.
No puedes sentirme, sin embargo soy el poder que trabaja en tus manos.
Estoy trabajando en ti, aunque desconozcas Mis senderos.
Estoy trabajando, aunque no reconozcas Mis obras.
No soy una visión extraña. No soy un misterio.
Sólo en silencio absoluto, más allá del  "yo" que aparentas ser puedes conocerme, y entonces sólo como un sentimiento y como Fe.
Todavía estoy aquí contigo, Todavía te oigo.
Todavía te contesto.
Aunque me niegues, estoy contigo.
En los momentos en que más sola crees encontrarte, Yo estoy contigo.
Aún en tus temores, estoy contigo.
Aún en tu dolor, estoy contigo.


Estoy contigo cuando oras y cuando no oras.
Estoy en ti y tu estas en Mí.
Sólo en tu mente puedes sentirte separada de Mí, pues sólo en tu mente están las brumas de "lo tuyo" y "lo mío".
Sin embargo tan solo con tu mente puedes conocerme y sentirme.
Vacía tu corazón de temores ignorantes.
Cuando quites el "yo" de en medio, estoy contigo.
De ti misma no puedes hacer nada, pero Yo todo lo puedo.
Yo estoy en todo.
Aunque no puedas ver bien, el bien está allí, pues Yo estoy allí.
Sólo en Mí el mundo tiene significado; sólo de Mí toma el mundo forma;
Sólo por Mí el mundo sigue adelante
Soy la ley en la cual descansa el movimiento de las estrellas y el crecimiento de toda célula viva.
Soy el amor que es el cumplimiento de la ley.
Soy seguridad, Soy paz
Soy unificación, Soy la ley por la cual vives.
Soy el amor en el que puedes confiar. Soy tu seguridad.
Soy tu paz, Soy uno contigo, YO SOY.
Aunque falles en encontrarme, Yo nunca dejo de encontrarte.
Aunque tu fe en Mi es insegura. Mi fe en ti nunca flaquea
Porque te conozco, porque te amo.
Mi bien amada, estoy aquí, contigo.

martes, 10 de febrero de 2015

Y Dios dijo ....

  • Si nadie te ama, mi alegría es amarte.
  • Si lloras, estoy deseando consolarte.
  • Si eres débil, te daré mi fuerza y mi alegría.
  • Si nadie te necesita, yo te busco.
  • Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
  • Si estás vacío, mi ternura te colmará.
  • Si tienes miedo, te llevo en mis brazos.
  • Si quieres caminar, iré contigo.
  • Si me llamas, vengo siempre.
  • Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
  • Si estás cansado, soy tu descanso.
  • Si pecas, soy tu perdón.
  • Si me hablas, trátame de tú.
  • Si me pides, soy don para ti.
  • Si me necesitas, te digo: estoy aquí dentro de ti.
  • Si te resistes, no quiero que hagas nada a la fuerza.
  • Si estás a oscuras, soy lámpara para tus pasos.
  • Si tienes hambre, soy pan de vida para ti.
  • Si eres infiel, yo soy fiel contigo.
  • Si quieres hablar, yo te escucho siempre.
  • Si me miras, verás la verdad en tu corazón.
  • Si estás en prisión , te voy a visitar y liberar.
  • Si te marchas, no quiero que guardes las apariencias.
  • Si piensas que soy tu rival, no quiero quedar por encima de ti.
  • Si quieres ver mi rostro, mira una flor, una fuente un niño.
  • Si estás excluido, yo soy afiliado.
  • Si todos te olvidan, mis entrañas se estremecen recordándote.
  • Si no tienes a nadie, me tienes a mi.
  • Si eres silencio, mi palabra habitará en tu corazón.

lunes, 2 de febrero de 2015

LAS 4 ESPOSAS

Había una vez un rey que tenía cuatro esposas. 
 Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más finas. Solo le daba lo mejor.
 También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos. Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.
 También amaba a su segunda esposa. Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él. Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.
 La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza como el reino del monarca. 
 Sin embargo, él no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.
 Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo. Pensó acerca de su vida de lujo y caviló:
"Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo".
 Así que le preguntó a su cuarta esposa: "Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Ni pensarlo!", Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras. Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.

 El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa: Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡No!", Contestó su tercera esposa. "¡La vida es demasiado buena! ¡Cuándo mueras, pienso volver a casarme!" Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frío.
 Entonces preguntó a su segunda esposa: "Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí. Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?" "¡Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!", contestó la segunda esposa. "Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte". Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.
 Entonces escuchó una voz: "Me iré contigo y te seguiré doquiera tu vayas".
El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Sé veía tan delgaducha, sufría de desnutrición. Profundamente afectado, el monarca dijo: "¡Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!"
 En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.
 Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo. No importa cuanto tiempo y esfuerzo invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejará cuando muramos.
 Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza. Cuando muramos, irán a parar a otros.
 Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuanto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.
 Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañará a donde quiera que vayamos.
 Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!
Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo. ¡Déjala brillar!

domingo, 1 de febrero de 2015

Sólo sacos de tierra

El niño vivía con su padre en un valle en la base de un gran dique. Todos los días el padre iba a trabajar a la montaña detrás de su casa y retornaba a casa con una carretilla llena de tierra. «Pon la tierra en los sacos, hijo», decía el padre. «Y amontónalos frente a la casa». 

Si bien el niño obedecía, también se quejaba. Estaba cansado de la tierra. 
Estaba cansado de las bolsas. ¿Por qué su padre no le daba lo que otros padres dan a sus hijos? Ellos tenían juguetes y juegos; él tenía tierra. 
Cuando veía lo que los otros tenían, enloquecía. «Esto no es justo», se decía.

Y cuando veía a su padre, le reclamaba: «Ellos tienen diversión. Yo tengo tierra».

El padre sonreía y con sus brazos sobre los hombros del niño le decía: «Confía en mí, hijo. Estoy haciendo lo que más conviene».

Pero para el niño era duro confiar. Cada día el padre traía la carga. Cada día el niño llenaba las bolsas. «Amontónalas lo más alto que puedas», le decía el padre mientras iba por más. Y luego el niño llenaba las bolsas y las apilaba. Tan alto que no ya no podía mirar por encima de ellas.

Trabaja duro, hijo», le dijo el padre un día, «el tiempo se nos acaba». 
Mientras hablaba, el padre miró al cielo oscurecido. El niño comenzó a mirar fijamente las nubes y se volvió para preguntarle al padre lo que significaban, pero al hacerlo sonó un trueno y el cielo se abrió. La lluvia cayó tan fuerte que escasamente podía ver a su padre a través del agua. 
«¡Sigue amontonando, hijo!» Y mientras lo hacía, el niño escuchó un fuerte estruendo.

El agua del río irrumpió a través del dique hacia la pequeña villa. En un momento la corriente barrió con todo en su camino, pero el dique de tierra dio al niño y al padre el tiempo que necesitaban. «Apúrate, hijo. Sígueme».
Corrieron hacia la montaña detrás de su casa y entraron a un túnel. En cuestión de momentos salieron al otro lado, huyeron a lo alto de la colina y llegaron a una nueva casita.

Aquí estaremos a salvo», dijo el padre al niño.
Sólo entonces el hijo comprendió lo que el padre había hecho. Había provisto una salida. Antes que darle lo que deseaba, le dio lo que necesitaba. Le dio un pasaje seguro y un lugar seguro.

A veces no entendemos al Padre. Pero el sabe lo que hace. No te quejes de los sacos de tierra que has tenido que cargar. Un día sabrás que Dios estaba trabajando para tu futuro.

Ahora entiendo mi insomnio