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miércoles, 26 de agosto de 2015

Estás con Él o contra Él

Evangelio

Marcos 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado apresar a Juan el Bautista y lo había metido y encadenado en la cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar.

Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida, pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar, quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.

La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías bailó durante la fiesta y su baile le gustó mucho a Herodes y a sus invitados. El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".

Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" Su madre le contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la cabeza de Juan el Bautista".

El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre.

Al enterarse de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.

Reflexión

Este pasaje que hemos leído, nos pone de frente a uno de los grandes problemas que tiene que afrontar el hombre: la fidelidad. 


Por un lado, tenemos a Juan el Bautista que, sin temor, se declara abiertamente en pro de la ley de Dios y denuncia con valentía el mal proceder del rey. Por otro lado, tenemos al rey, que prefiere matar a un inocente que retractarse, simplemente por el "qué dirán". Uno ofrece su vida abiertamente sin importarle la misma muerte, el otro se acobarda por una posición delante de una sociedad corrompida. 

Este caso nos invita a reflexionar y a tomar partido. Ya Jesús lo había dicho: "O estás conmigo o estás contra mi". Es decir, no podemos estar en zona neutral, pues "el que no recoge, desparrama". Es, pues, necesario hacer una opción que nos va a conducir en nuestra vida a reaccionar como Herodes o como Juan el Bautista. 

O somos cristianos de tiempo completo y tomamos partido por la justicia, la paz y el amor; o seremos cobardes que nos escondemos detrás de la ley, de las políticas de nuestra oficina, gobierno o institución, para que no se vean afectados nuestros intereses. 

Juan dio su vida por amor a la verdad que Dios reveló, ¿estarías tú dispuesto a hacer lo mismo?

martes, 25 de agosto de 2015

Dios nos dice HOY

Evangelio

Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera". 

Reflexión

El evangelio de hoy nos enseña que la ley, que es buena cuando uno busca crecer en el amor de Dios, se convierte en un monstruo contra el cual se tiene que estar luchando. 

Es importante cumplir la ley, pero este cumplimiento no es un cumplimiento irracional, sino que debe llevarnos a lo que inspiró al legislador, que es amar y tener misericordia de los demás, reconociendo que, el único legislador y juez, es Dios. 

Pensemos pues, hoy, ¿cómo estamos viviendo la ley? ¿Vamos a misa el domingo sólo porque está escrito en la ley, o porque realmente queremos amar más al Señor?

lunes, 17 de agosto de 2015

Evangelio y Reflexión del dia

Mateo 19, 16-22

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un joven y le preguntó: "Maestro, ¿qué cosas buenas tengo que hacer para conseguir la vida eterna?" Le respondió Jesús: "¿Por qué me preguntas a mí acerca de lo bueno? Uno solo es el bueno: Dios. Pero, si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos". Él replicó: "¿Cuáles?" 

Jesús le dijo: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, ama a tu prójimo como a ti mismo.

Le dijo entonces el joven: "Todo eso lo he cumplido desde mi niñez, ¿qué más me falta?" Jesús le dijo: "Si quieres ser perfecto, ve a vender todo lo que tienes, dales el dinero a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; luego ven y sígueme". Al oír estas palabras, el joven se fue entristecido, porque era muy rico. 

Reflexión

A la pregunta que le hace este joven a Jesús sobre qué cosa es necesaria para alcanzar la vida eterna (que puede ser traducida como: "entrar en el Reino", esto es: para ser feliz), él le responde: "cumple los mandamientos". 

No le pide otra cosa. Es decir, lo mínimo que necesitamos para que nuestra vida se desarrolle dentro del Reino, es ser fieles a nuestros compromisos bautismales. Hoy en día, como seguramente lo fue en tiempos de este joven, la gente no es feliz, pues, no vive de acuerdo a estos simples principios establecidos por Dios, y que tienen como objeto, advertirnos de todo aquello que es dañino para nuestra vida. 

La ley, podríamos compararla al aviso que le da la mamá al niño para que no se coma el pastel caliente, que aunque se presenta muy sabroso, ella sabe bien que le hará mal, lo enfermará del estómago. Dios nos ha instruido sobre todo aquello que nos destruye y nos roba la felicidad, por eso Jesús le dice: "Cumple la ley". 

Si queremos que nuestra vida tenga las características del Reino, que se desarrolle en la alegría y la paz de Dios, que pueda ser plenamente feliz, debemos empezar por cumplir los mandamientos. ¿Por qué no haces hoy una pequeña revisión de cómo estás viviendo esta enseñanza de Jesús? Pregúntate si en realidad estás buscando vivir los mandamientos.

viernes, 7 de agosto de 2015

Los 3 escalones de la Evolución Personal

La vida siempre plantea retos. Pero es más importante cómo ves esos retos.

Las personas durante su vida, pasan por tres escalones, los llamaremos "Los 3 escalones de la evolución personal".
Aquí no te puedes brincar de un salto para llegar del primero al tercero. Tienes que pisar por cada uno. Hay personas que se quedan para siempre en el primer o segundo escalón. Tu desafío, como en un juego, es llegar al tercero.


Estos son los tres escalones de la evolución personal:

1.- Sufrir.
"¿Por qué Dios no se apiada de mi?" "¿Por qué las personas son tan malas?" "¿Por qué me tiene que pasar esto a mi?". Esta forma de pensar cierra todas tus posibilidades de crecer. Hace que te encierres en un círculo vicioso de tristeza, del que rara vez escapas durante tu vida.

2.- Aprender de las derrotas.
Es la mentalidad de "¿Qué puedo aprender de esto que me está pasando?" "¿Qué puedo hacer al respecto?".
Este es el segundo escalón de la evolución personal.
Superas la mentalidad de sufrir y comienzas a crecer. Pero este escalón solo es una verdad a medias. Si te quedas en él, serás una luchadora incansable que se enfocará en el éxito desde el punto de vista social: dinero, casa, familia, etc. Y tarde o temprano durante tu vida, en especial cuando estés a punto de llegar a la vejez, te darás cuenta que has estado pedaleando en el vacío "¿Qué sentido tiene todo lo que estoy haciendo? Algo me falta".
Pero si luchas con tenacidad por encontrar la respuesta, tarde o temprano subirás al tercer escalón...

3.- El propósito de tu vida.
Llegarás a ver tu vida, no como un mero accidente, sino como una misión de vida que tienes que llevar a cabo.
Te voy a pedir que retrocedas en el pasado 10 años. Y veas como cada una de las acciones de tu vida, te llevaron cuidadosamente al momento que estás viviendo hoy.
Verás con claridad que cada persona y circunstancia de tu pasado, parecen acomodarse como si fueran piezas de un rompecabezas.
Descubrirás que el que te despidieran de tu trabajo, te obligó a ir por sendas que ahora estás muy agradecida. Comprenderás que el que tu novio te dejara, te llevó a conocer al hombre de tu vida con el que actualmente estás casada. Cada hecho está ligado con el siguiente.

Cuando llegues al tercer escalón, el éxito social será secundario para ti.
Al contrario de las personas que están en el escalón 1 y 2, que se enfocan en recibir, cuando estés en el escalón 3, te concentrarás en dar.
Tu vida será una mágica aventura. Vivirás en el presente, preguntándote que tiene que ver determinada persona o circunstancia con tu misión.

La única forma de que seas feliz plenamente, es estando en el escalón 3.
En el 1, imposible. En el 2, es un parche, solo de forma temporal te sentirás bien mientras recibes aprobación de los demás por tu éxito social. Solo en el escalón 3 encontrarás sentido a tu vida. Porque sabrás que no estás por accidente.
Sabrás que tu vida tiene un propósito.
Cuando cambies de enfoque interior para buscarlo, los maestros aparecerán para enseñarte lecciones y dirigirte a cumplir tu misión.
Pueden presentarse en la forma de un amigo, un niño o una nota en el periódico que por arte de magia aparecerá.

No es coincidencia. Recibirás pistas a lo largo de tu vida, que te dirán que hacer.
Solo mantente alerta y sigue tu intuición.

Así que recuerda: solo cuando estés en el tercer escalón de la evolución personal experimentarás esa sensación interior de plenitud. Tu vida tiene un propósito y tu tarea es descubrirlo.
Y tú ¿En que escalón te encuentras?

jueves, 6 de agosto de 2015

Oración por los enfermos

ORACION PARA PEDIR LA SALUD
Padre nuestro, que estás en los cielos, al igual Que el sol ilumina la tierra y le da color y vida, él Nos recuerda tu amor.
Porque es en ti en quien vivimos, Nos movemos y existimos.
De la misma manera que has estado entre nosotros muchas veces.
A la hora de la dificultad, en el pasado, continúa bendiciéndonos ahora con tu ayuda.
Mira, Señor, con bondad lo que se está haciendo en provecho mío.
Guía con sabiduría al médico y todos los que cuidan de mis necesidades.
Préstales tu fuerza curativa, para que me sea devuelta la salud y la fortaleza.
Y te daré gracias Por tu generoso y solícito cuidado. Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.

martes, 4 de agosto de 2015

Tengo Fé de roca o de arena ?

Evangelio

Mateo 14, 22-36

En aquel tiempo, inmediatamente después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba él solo allí.

Entre tanto, la barca iba ya muy lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!" Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo en seguida: "Tranquilícense y no teman. Soy yo". 



Entonces le dijo Pedro: "Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!" Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?"

En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: "Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios".

Terminada la travesía, llegaron a Genesaret. Apenas lo reconocieron los habitantes de aquel lugar, pregonaron la noticia por toda la región y le trajeron a todos los enfermos. Le pedían que los dejara tocar siquiera el borde de su manto; y cuantos lo tocaron quedaron curados.

Reflexión

Decir que se tiene fe cuando todo marcha sobre ruedas, cuando la economía florece, cuando la salud no se quebranta, cuando el mundo abre sus flores para nosotros, ciertamente es fácil. 

Sin embargo, la verdadera fe se prueba desafiando el mar, confiando ciegamente en el poder, el amor y la misericordia de Dios. La verdadera fe es la que nos hace permanecer de pie en medio del mar cuando las olas y el viento se embravecen; cuando se pierde la salud, los negocios se tambalean, la fama y el honor se deterioran y se pone en juego todo lo que tenemos.

El evangelio de hoy nos hace ver lo que significa creer que Jesús es verdaderamente, como lo reconocerán al final los demás, “el Hijo de Dios”. Pedro desafía el mar y el viento, se dispone a hacer lo que parecería imposible para un hombre, pero confiado en la palabra de Jesús que le ha dicho “ven”, se lanza a la aventura de la fe. La prueba es fuerte y la fe se debilita, sin embargo, Jesús está cerca de él y jamás permitirá que su intento fracase.

En medio de nuestras pruebas, de nuestros hundimientos y naufragios, Jesús está ahí, para darnos una mano y llevarnos de nuevo al puerto. Jesús nos llama a hacer lo que parece ser imposible para el hombre: ser santos. Baja de la barca de tu seguridad y camina hoy hacia Él.

sábado, 1 de agosto de 2015

Hoy quiero regalarte ..

Hoy quiero regalarte mi sincera amistad para que cuando tu alma añore un Amigo sin pensarlo me busques y pueda correr a tu lado.
Hoy quiero regalarte mis mejores sonrisas para que cuando tus lágrimas escurran tras la cascada de tu mejilla en un día gris sean mis risas las que iluminen tus tristezas. 


Hoy quiero regalarte mis grandes sueños para que cuando en tu mente exista un vacío sean aquellos bosques cubiertos de invierno los que atrapen la atención de tu pensamiento.
Hoy quiero regalarte la fuerza de mis manos para que cuando tus tobillos se cansen mis hombros te sirvan de fuerza al andar.
Hoy quiero regalarte la suavidad de una caricia para que cuando tu cuerpo sienta frío sean mi hoguera el calor que te arrulle.
Hoy quiero regalarte una rosa roja para que cuando cariño extrañe tu mano sea un pétalo la fuente que te acaricie.
Hoy quiero regalarte un ramo de abrazos para que cuando los tropiezos te dificulten el andar sean mis ánimos una esperanza que te ayuden a continuar.
Hoy quiero regalarte una estrella joven para que cada que el sol descanse sea esa fiel luz la que te acompañe.
Hoy quiero regalarte un pedacito de humildad para que cuando los éxitos engrandezcan tu persona sea la sabiduría el aire mágico que te hagan valorar lo que otros desprecian al llegar a una nueva orilla.
Hoy quiero regalarte el silencio de mis labios para que cuando tu voz necesite ser escuchada sean mi atención y mi apoyo el horizonte que alberguen tus palabras ahogadas...
Hoy quiero regalarte mi cariño sincero para que cuando sientas que nadie te acompaña recuerdes que en paisajes verdes o valles áridos mi pensamiento siempre te lleva de la mano.
Hoy quiero regalarte un abrazo inmenso para que cuando necesites sentir tus fuerzas sean mis manos el puerto de tus emociones.
Hoy quiero regalarte también un par de lágrimas para que se alberguen entre tu alma y corazón así si algún segundo la soberbia daña tu andar sea una muestra de sensibilidad ajena la que te ayude a no cometer injusticias.
Hoy quiero desearte que la felicidad te bañe todos los días y compartas tus alegrías con los seres que amas para que cuando creas que caminar en la soledad mil angelitos resguarden tu mirada.
Hoy quiero regalarte algo no valioso en dinero porque el oro mata los valores y los sentimientos quiero que lo que hoy te brindo en tus manos sea tan tuyo que solo tu corazón pueda escucharlo....
Hoy quiero decirte frases llenas de palabras únicas hoy quiero ser diferente a todo el mundo y que en mis pensamientos que te obsequio al cerrar tus ojos tu corazón mire a través de tu ternura.
Hoy quiero regalarte un bello tierno que transforme tus miradas en luceros mientras el tiempo con tus sueños baila.
Hoy quiero poner una sonrisa en tus labios para que tu corazón respire con tus emociones y sean tus labios un mar que estremezcan cualquier playa.
Hoy quiero mirar tus ojos a través del cielo para que con el susurro del viento este pensamiento al oído te cante.
Hoy quiero escuchar la melodía de tus ojos para que cuando tus cabellos acaricien tu espalda sea tu alma una fortaleza de tu delicadeza.
Hoy quiero obsequiarte lo más bello que puedas recibir; mientras transformas estas líneas en un espejo donde la ternura que aquí encuentres, donde la belleza que aquí nazca simplemente eres con tu mirada sonriendo.
Hoy quiero............


Cuando la mano de Dios se mueve..

Evangelio

Mateo 14, 1-12

En aquel tiempo, el rey Herodes oyó lo que contaban de Jesús, y les dijo a sus cortesanos: "Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas". 

Es que Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía que no le estaba permitido tenerla por mujer. Y aunque quería quitarle la vida, tenía miedo a la gente, porque creían que Juan era un profeta. 

El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías bailó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: "Dame, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista". 

El rey se entristeció, pero a causa de su juramento y por no quedar mal con los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó degollar a Juan en la cárcel. Trajeron, pues, la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llevó a su madre. 

Después vinieron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo, lo sepultaron, y luego fueron a avisarle a Jesús.

Reflexión

Este pasaje evangélico nos deja, al menos, dos grandes enseñanzas: la primera, es que no debemos dejarnos llevar por nuestras emociones, pues por lo general, en ese momento, nuestra cabeza no está conectada con el cerebro y podemos, como en el caso de hoy, cometer graves imprudencias que, incluso, pueden desatar graves e irreversibles consecuencias en nuestra vida y en la de los demás. 

Cuando uno se emociona o las pasiones se excitan, el demonio sabe que tenemos poco poder sobre la voluntad y, ni tardo ni perezoso, vendrá a sugerirnos una tontería. La otra enseñanza, es que las promesas que se hacen, cuando éstas nos llevan a un pecado, no podemos bajo ninguna circunstancia, cumplirlas y es mejor pasar por ridículo, enemigo o cualquier clase de humillación, antes que hacer algo que Dios reprueba. 

Esto incluye cualquier situación embarazosa en la que podemos caer en el trabajo, con los amigos, etc. Estas dos situaciones, generalmente, vienen juntas (aunque no forzosamente) y debemos tener siempre el coraje de afrontarlas y de negarnos rotundamente a hacer lo que no le es propio a un cristiano, incluso, cuando esto nos pudiera llevar a la misma muerte. Es por ello peligroso, tomar más de lo que se debe, o ponerse en situaciones en donde la emoción y las pasiones nos puedan ganar. Una vida moderada es siempre la mejor aliada para vivir con paz y alegría.