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martes, 30 de septiembre de 2014

40 cosas que no debemos olvidar

  1. Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea.
  2. No tomes decisiones cuando estés enojado.
  3. Cuida tu postura física.
  4. Nunca hables de negocios en un elevador.
  5. No pagues un trabajo hasta que esté concluido.
  6. Cuídate de quien no tenga nada que perder.
  7. Aprende a decir no con cortesía y presteza.
  8. No esperes que la vida sea justa.
  9. No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra.
  10. Sé atrevido y valiente.
  11. No aplaces las cosas, haz lo que sea preciso en el momento preciso.
  12. No temas decir "no sé".
  13. No temas decir "lo siento".
  14. Elogia a tres personas cada día.
  15. Contempla el amanecer por lo menos una vez al año.
  16. Mira a los ojos a las personas.
  17. Di "gracias" con frecuencia.
  18. Di "por favor" con frecuencia.
  19. Gasta menos de lo que ganas.
  20. Trata como quisieras que te trataran.
  21. Haz nuevas amistades y cultiva las viejas.
  22. Guarda los secretos.
  23. Reconoce tus errores.
  24. Sé valiente; si no lo eres, finge serlo, nadie advertirá la diferencia.
  25. Utiliza las tarjetas de crédito sólo por comodidad, nunca por el crédito.
  26. No engañes.
  27. Aprende a escuchar. A veces las oportunidades tocan muy quedo a la puerta.
  28. Elabora una lista de las cosas que desees experimentar antes de morir. Llévala en tu cartera y consúltala con frecuencia.
  29. Haz oídos sordos a los malos comentarios.
  30. Las ideas buenas, nobles y capaces de cambiar al mundo provienen siempre de una persona que trabaja sola.
  31. Cuando entres en algún lado, el que sea, hazlo con determinación y confianza.
  32. Cuando tengas un limón, siempre procura hacer con el una limonada.
  33. Ten un perro, pero no permitas que moleste a los vecinos.
  34. Recuerda los cumpleaños de los demás.
  35. Canta en la ducha.
  36. Utiliza el dinero honrado.
  37. Llama a tu madre en este momento; no importa que esté en el cielo.
  38. Nunca permitas que te vean borracho.
  39. Presta sólo los libros que no te importe recuperar.
  40. Elige con mucho cuidado al compañero de tu vida, de esta única decisión se derivará el 90% de tu felicidad.

El hijo del planeta

Cuando te encuentres sereno y contento 
En cualquier lugar del mundo ..., 
Cuando todo lugar sea tu país ..., 
Cuando no teniendo nada 
Sientas que lo tienes todo ..., 
Cuando en la opulencia luzcas humilde ..., 
Cuando puedas devolver el mal por bien 
Sin importar a quien ..., 
Y veas a tu hermano en cada ser ..., 
Cuando apliques que amar 
Es solo dar y dar 
Sin importar más nada que tan solo dar ..., 
Cuando indiferente avances ..., 
Entre aquellos que te insulten ..., 
Y en el silencio les envíes tu perdón ..., 
Cuando nadie pueda herirte 
Ni por nada has de afligirte ..., 
Cuando a quien te odie tu le des amor ..., 
Cuando ejerzas la inocencia con conciencia ..., 
Cuando busques el saber 
Así como buscas el pan ..., 
Cuando ames todo sin pasión ni posesión ..., 
Cuando la realidad se imponga al fin a la ilusión 
Cuando sepas aliviar 
Las penas de aquellos que sufren ..., 
Y tus labios digan solo la verdad ..., 
Cuando hagas del deber un placer 
Y el placer no sea más para ti un deber ..., 
Cuando vivas el presente como lo único urgente ... 
Cuando la Bondad sea tu voluntad ..., 
Cuando el egoísmo ceda al altruismo ..., 
Cuando la impureza, ceda a la pureza y la virtud, 
Entonces serás un hombre, serás una mujer, 
Serás un ser que alcanzó la humanidad ..., 
Serás un hijo del planeta ..., 
Serás un ser que alcanzó la humanidad.


Madre Teresa de Calcuta

Si o SI ??


lunes, 29 de septiembre de 2014

Arcángeles...HOY EN SU DIA

Del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. Le dice Natanael: ¿De qué me conoces? Le respondió Jesús: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. Le respondió Natanael: Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel. Jesús le contestó: ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores. Y le añadió: En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.



Reflexión
Los grandes arcángeles de Dios testimonian para nosotros la fidelidad y la pasión y celo con que los hijos de Dios han de alabar a su Creador. Ellos, lejos de ser seres desconocidos y "mitológicos" representan los mejores compañeros de viaje, los mejores sanadores del corazón, los mejores defensores de los intereses de Dios en el mundo.
San Miguel es el fiero defensor de Dios. La narración del Apocalipsis nos lo muestra expulsando a satanás de los dominios de Dios, al gran traidor y padre de la mentira que osó rebelarse contra un Dios tan bondadoso. Encendido de celo por el Señor blandió la espada y arrojó a todos los obradores de iniquidad al único lugar en donde pudiesen soportar su soberbia y su rebelión. Por eso san Miguel es en quien el cristiano halla el mejor baluarte para defenderse de las asechanzas demoníacas y gran modelo de fidelidad a Dios. De él hemos de aprender el celo por las cosas de Dios, celo que consume de pasión y que lleva a una acción inmediata, tajante, sobre todo cuando Dios se está viendo ofendido por sus enemigos que incitan sin cesar a la rebelión y desunión.
San Gabriel quizás fue el más afortunado de entre todas las criaturas celestes. A él siempre lo mandaron a dar mensajes. A él le tocó dar el mensaje más hermoso jamás oído a la criatura más hermosa jamás vista. Hablar de él lleva irremediablemente a la contemplación de la Toda Pura, Nuestra Madre de cielo, María. Su ejemplo nos debe enseñar a predicar sin miedos los designios de Dios a nuestros hermanos en la fe y, sobre todo, a testimoniar las maravillas obradas por Dios en Ella. Levantemos confiados la mirada a la Madre y pidamos auxilio al arcángel mensajero para ser fieles a la palabra de Dios en el mundo.
San Rafael representa la mano providente de Dios que no se olvida de sus hijos que sufren en el mundo. A él le tocó sanar muchas heridas del cuerpo y, sobre todo, del alma. Por eso es el arcángel que cura, que alivia las penas del alma, que sabe confortar y comprender al que sufre. De él hemos de aprender a ser un consuelo más que un horrible peso, para el hermano que lo necesita. De él, la confianza inamovible en la acción cierta de Dios en el mundo.
De los tres hemos de aprender a saber servir más que ser servidos. Porque los ángeles son ministros de Dios. Y de los tres a estar pendientes de su cierta acción en favor nuestro. ¿Quién sabe si un día cualquiera hemos sido ayudados por un ángel del Señor? 
No cerremos las puertas a nadie, no sea que se las estemos cerrando a uno de estos mensajeros, o más terriblemente, al mismo Señor de la vida y de la historia.